(Artículo publicado en EL FAR, enero del 2013)

Acabamos de despedir un año donde los recortes en servicios por parte de las grandes administraciones públicas (Gobierno del Estado y Generalitat), algunos de ellos muy esenciales, han sido la tónica dominante y preocupante. Uno de los sectores que más ha sufrido estos recortes ha sido la sanidad pública. Como consecuencia de esta realidad, el Hospital Comarcal Moisès Broggi vive en los últimos días diversas movilizaciones, tanto por parte del personal sanitario como por parte de las entidades vecinales y sociedad civil del conjunto del Baix Llobregat.

Y es que los recortes en sanidad afectan a todos. No sólo a los trabajadores, que sufren la erosión de sus condiciones laborales, sino también al conjunto de la ciudadanía, que tiene el derecho a recibir una atención sanitaria de calidad. Nuestro Estado del bienestar se tambalea definitivamente si este derecho deja de ser universal.

Este hospital se hizo realidad durante el mandato del gobierno de entendimiento, sensible con las políticas sociales, después de muchos años de reivindicaciones y gracias a la persistencia de las demandas expresadas por los municipios del Baix Llobregat. Demandas de su ciudadanía y también de los dirigentes políticos de estos municipios, que siempre han defendido que la sanidad pública de calidad es una de las grandes conquistas de nuestra democracia, un elemento más de justicia social y la muestra del espíritu igualitario y solidario que debe gobernar nuestro país.

Con la excusa de la crisis, los recortes sanitarias están resquebrajando esta gran conquista del Baix Llobregat, la construcción del Hospital Moisès Broggi. Y con la misma fuerza que entre todos y todas conseguimos que se acabara construyendo, ahora debemos unir esfuerzos para su consolidación y la del conjunto de la sanidad pública del país.

(Artículo publicado en EL PONT, 28 de noviembre de 2012)

Dentro de pocos días se pondrá en funcionamiento el Complex Esportiu Municipal Les Moreres, un moderno y espacioso equipamiento que se convertirá en el centro neurálgico de los deportes de sala en nuestra ciudad, y también de disciplinas como la gimnasia y el patinaje artístico, donde Esplugues es un referente en el ámbito catalán. Se trata de un equipamiento que satisfará las necesidades del tejido deportivo de la ciudad, y de la ciudadanía en general, gracias a sus dimensiones y a la calidad de las instalaciones.

Y que ha sido posible, a pesar de las dificultades que ha tenido la obra por su complejidad y por el actual contexto económico, gracias a la constancia y al esfuerzo del Ayuntamiento y de las entidades deportivas y de la sociedad civil en general para que Esplugues se dotara de un equipamiento necesario. Para las entidades y para la ciudad. Porque una ciudad sin tejido asociativo es una ciudad sin alma.

Trabajamos para que nuestras entidades tengan espacios y recursos donde poder desarrollar sus actividades. Pero no nos olvidamos, en estos momentos difíciles, de los problemas derivados de la crisis. Es por ello que en las últimas semanas hemos impulsado medidas, en colaboración con las entidades financieras, para frenar los efectos de la crisis en nuestra ciudad.

Medidas como facilitar el acceso a microcréditos a emprendedores y pequeñas empresas para que puedan poner en marcha o consolidar sus actividades económicas. O la creación de un servicio de acompañamiento a las familias que no pueden hacer frente al pago de su hipoteca para que puedan renegociar sus créditos. Medidas, en definitiva, que garanticen la cohesión social.